En el Diario de Mallorca de hoy 12 de enero 2011, Lourdes Durán hace un bonito artículo -como siempre-, sobre el nuevo horno abierto en el Carrer San Jaume, del que os di noticia la semana pasada.
No sabía de donde podría venir el nombre de esta particular repostería:
debe su nombre a un cuento infantil en el que se narra la vida que hay en el tronco (soca) y entre las existencias que toman lugar en la cavidad del árbol, una tienda. Un pequeño horno, pegado a la beata momificada, Santa Catalina Thomás.
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