Hamburguesa al aroma de café, por Francisca Coll
Tener un carnicero de confianza es como tener un barista de confianza. Ese carnicero que me pone la carne como yo quiero, igual que el barista me pone ese café de la mañana que nadie más me sabe servir a mi gusto, es algo básico para mi vida.
Hace unos días le dije a mi carnicero: “Ponme medio quilo carne picada para hacer unas hamburguesas, pero pícamela pasándola sólo una vez por la máquina y antes límpiame la carne de grasas y nervios. Ya sabes, como a mi me gusta”, caprichosa que es una.
(más…)